Honor a quien honor merece…
Ayer 19 de febrero fue el Día de nuestro glorioso Ejercito Mexicano, de la institución encargada de defender por tierra la soberanía del país.
A pesar que todos los días los vemos en las calles y sabemos de sus luchas, en su día ni un gracias les brindamos, así de injustos en ocasiones somos los ciudadanos con quienes hasta ofrendan su vida para resguardarnos.
Lo peor es que en ocasiones hasta los culpamos por situaciones que escapan de sus manos.
Son tiempos difíciles, no solo para el pueblo, también para el Ejército, para esas valerosas mujeres y valientes hombres que, igual que usted, yo, y todos los mexicanos, tienen familia que los espera en casa, que quisieran estar en el regazo del hogar en las fechas importantes pero la necesidad es grande y el deber con la patria es primero.
Esos hombres y esas mujeres también son padres, madres, hermanos, hermanas, hijos, hijas, en sus hogares hay gente que sufre su ausencia y reza cada noche por sus vidas, porque DIOS les permita regresar sanos y salvos a casa.
Con todo y las adversidades vemos hombres y mujeres ya formados, que disfrutan su trabajo, pero también se ven en las calles a jovencitos ya enrolados en la milicia por necesidad no por gusto o vocación, muchos casi niños con su cara de nostalgia, miedo e incertidumbre, y eso llena de tristeza.
Lo peor es que ayer poco se les reconoció, aunque hasta anden en la entrega de vacunas contra el COVID-19 y porque los grandes eventos son para los grandes poderes, pero bueno, esa es otra situación en donde las autoridades deberán de poner especial atención.
Como institución nuestro Ejército es digno de reconocimiento y respeto, claro que tampoco escapa a tener en sus filas miembros que no se han conducido con honor y le han fallado al pueblo, al uniforme y a la patria.
Notas periodísticas marcan sucesos donde gente de la milicia han participado en violaciones y situaciones aberrantes indignas del uniforme que portan, uniforme que siempre debería de inspirar confianza al pueblo y sentir la protección de la institución, afortunadamente son los menos, los más son los que tienen un deber con la patria y a medida de sus posibilidades tratan de cumplirlo, con todo y sus daños colaterales.
Son la mayoría de ellos, los hombres de la milicia, los que día y noche están al servicio de la patria, sin importar las inclemencias del tiempo y peligro salen a cumplir su encomienda.
En fin, la situación es que ayer fue Día de nuestro Glorioso Ejercito Mexicano, la mayoría de nuestros soldados no tuvieron ni siquiera un gracias, menos un festejo, pero no se quejan, para ellos el deber con la Patria es primero.
Rosa Elena González
Es Licenciada en Relaciones Públicas. Ha colaborado con editoriales en El Mercurio.
Actualmente su columna Vida Diaria se publica en el Portal HOYTamaulipas y los periódicos La Verdad de Tamaulipas, Expreso, La Extra, La Voz de Tula, El Tiempo de Mante y Astronoticias, El Bravo de Matamoros y Canal 10
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